miércoles, 13 de mayo de 2009

Lazo de plata*

El lazo que lleva al corazón de una mujer existe. El problema es que ni nosotras sabemos qué nos enamora de un hombre. Nadie lo sabe. Cuando amamos, intentamos llamar la atención del otro de cualquier forma. Pero lo que nos puede llevar al corazón del otro es algo insospechado, misterioso. El corazón es un órgano complejo, muy sensible. El corazón tiene razones que la razón desconoce. El corazón es muy poco previsible: lo que a unos enamora, a otros los desenamora. De pronto, sin buscarlo, sin saber por qué ni cómo, encuentran ese lazo de plata que lleva al corazón de una mujer; ese lazo que ni nosotras mismas sabemos cuál es.
Hay hombres que encuentran el lazo de plata apenas conocen a su chica, y no la sueltan. Hay otros que nunca se enteran que llegaron al corazón de una chica, y la dejan ir. Y cuando un hombre llegó al corazón de una mujer, ella hará cualquier cosa por retenerlo. Otras, en cambio, persisten en tener un corazón sin dueño. Cuando el amor naufraga, uno se agarra de lo primero que encuentra para salir a flote, aunque hundas a otros. Si falla un salvavidas, hay que echar mano a otro. Uno infalible: los proyectos de pareja. Los proyectos de pareja sirven, no tanto para entusiasmar a tu chica, sino para que le de más lástima dejarte si te ve tan ilusionado. Hay otros proyectos que se hacen en pareja, pero no acercan. Una vez que encontraste el lazo que lleva al corazón de tu chica, sólo hay que tirar un poquito y hacer un nudo bien fuerte para que no se desate con nada. Una mujer reclamará como propio a ese hombre que logró llegar a su corazón. Pero el camino hacia el corazón de alguien no siempre es un camino ida y vuelta.
¿Pero qué es ese lazo de plata que lleva al corazón de las personas? ¿Por qué a algunos les basta sólo con verse una vez para llegar al corazón del otro? ¿Por qué para algunos funciona el amor a primera vista, y otros nunca lo ven? No hay claves ni estrategias que valgan, porque ese lazo que lleva al corazón del ser amado es un misterio. Nadie puede explicar por qué ama, ni por qué es amado. Algunos aman porque son amados. Otros son amados porque aman. Hay corazones caprichosos, competitivos. Y hay corazones precavidos, reacios a dejarse amar por miedo a ser lastimados. Ese miedo no siempre es zonzo; no deberíamos dejar que cualquiera llegue a nuestro corazón. Una vez que alguien encuentra el lazo de plata y llega a nuestro corazón... es para siempre.

1 comentario:

NACHO dijo...

Muy copado lo q escribiste....
Comparto casi todo..... salvo lo d los salvavidas... eso depende dl corazón.... hay corazones q se aferran tanto al amor q llegan al pto d volverse autodestructivos... es decir, son corazones q se encierran y se niegan a buscar otro amor... corazones q saben q amar así los lastima, pero q eligen seguir lastimándose... corazones q x mantener a flote a su amor, se unden y se ahogan... hay corazones q saben sacrificarse en nombre dl amor...... x más estúpido q suene, x más idiota q paresca, yo cargo un corazón así... Algunos les llaman corazones suicidas, o corazones masoquistas.. otros les dicen corazones melancólicos o tristes..... yo creo q son corazones d poeta.. esos corazones sienten los q tantos poetas supieron escribir, x desgracia, el cargar estos corazones nos hace mejores escritores...jeje.. yo sigo siendo bastante mediocre en eso!....je!
Espero q sigas así, es un gusto leerte!
Besos...

NACHO